La baja ocupación por el covid hace que muchos propietarios de Benidorm opten por ofrecer viviendas a profesionales que acudan a la ciudad por un año máximo.
«Vivir en Benidorm; trabajar desde el paraíso» es el eslogan de una campaña que impulsó el Ayuntamiento de esta ciudad y que rápidamente se está convirtiendo en un mantra para los propietarios de pisos vacacionales.
Tras un verano con una ocupación de un 30% en las viviendas turísticas, muchos de estos propietarios se han planteado distintas fórmulas para sacar rentabilidad a sus propiedades. Una de las opciones pasa por seguir en la modalidad del alquiler vacacional, aunque posiblemente no reciban inquilinos en semanas; otra alternativa es la de buscar inquilinos de larga duración y la última, es la de buscar clientes que renten por menos de un año.
En los alquileres anuales es donde una inmobiliaria de Benidorm y sus clientes han visto un buen segmento de mercado. Juan Carlos Gallego, director de Visual Home, señala que tras el lanzamiento de la campaña que promociona a la capital turística como un «paraíso» para el teletrabajo, él y su equipo comenzaron a buscar por redes sociales y foros a clientes potenciales bajo ese perfil, profesionales que pudieran trabajar de forma telemática.
Explica que «solo en una semana hemos recibido 40 correos de personas interesadas en venir a teletrabajar». En la actualidad esta agencia ya tiene 40 apartamentos alquilados en esta modalidad, Gallego, explica que con los buenos resultados que está teniendo la campaña, los 60 pisos que gestionaban como pisos turísticos han decidido pasarse a esta modalidad en auge, por lo menos para esta agencia.
Fieles
Pese a lo que están viviendo los propietarios de pisos vacacionales, otras agencias inmobiliarias explican que más del 85% de los que gestionan se mantendrán en esta modalidad, aún a pesar de la baja ocupación. Dicho de otra manera, prefieren que sus pisos estén vacíos, en lugar de pasarse al formato de larga duración.
Según explica Mario Castillo, de Delcaza Inmoconsoulting, en los últimos días de agosto muchos propietarios de apartamentos turísticos llamaron para consultar «sobre las posibilidades de pasarse, por lo menos de forma temporal al alquiler LAU» (regulado por la Ley de Arrendamientos Urbanos), sin embargo, tras conocer las condiciones que exige esta modalidad y la situación del mercado, una gran mayoría de estas personas optaron por mantenerse en el sector turístico.
Estos agentes señalan que, en algunos casos, se trataba de personas que tenían su vivienda concesionada a alguna agencia que les pagaba un alquiler fijo y que a su vez se encargaba de subalquilarla. No obstante, derivado de la crisis del coronavirus, estas empresas no tenían clientes, por lo que alcanzaron acuerdos para disolver el contrato o por lo menos ponerlo en pausa.
La Ley de Arrendamientos Urbanos, que entró en vigor en marzo de 2019, establece que la duración del arrendamiento será libremente pactada por las partes, pero si el contrato tiene una duración inferior a cinco años, o siete si fuese persona jurídica, llegado el día del vencimiento del contrato, este se prorrogará obligatoriamente siendo el inquilino el único capacitado para revocar dicha renovación.
Esta condición, según explican las inmobiliarias, fue la que principalmente alejó a quienes se habían planteado migrar al alquiler LAU. Además, señalan que las malas experiencias que han tenido muchos propietarios con el alquiler de larga duración (impagos, pisos destrozados, desvalijados, dificultad para recuperar su vivienda, etc.), también han tenido gran influencia y los ha disuadido de esta idea.
Ante la situación que se prevé de cara al otoño y al invierno, es que inmobiliarias como Visual Home están buscando otras fórmulas que les permita salvar la coyuntura de la mejor manera posible. Juan Carlos Gallego también señala que para proteger a sus clientes de los conflictos antes citados, se están estableciendo condiciones a los inquilinos, que permitan ofrecer mayores garantías al propietario. Además, también cuentan con un seguro que da cobertura ante situaciones como impagos o daños en la vivienda.
«Solo se irán los arribistas que buscaban forrarse»
Miguel Ángel Sotillos, presidente de la Asociación de Empresas de Apartamentos Turísticos (Aptur), coincide en que «muchos empresarios dedicados a las viviendas turísticas se mantendrán y solo se irán los arribistas que pensaron que aquí se iban a forrar fácil y rápido».
Además, también hace un segundo pronóstico y adelanta que «muchos de los que se pasen al arrendamiento de larga duración, después volverán a arrendar su vivienda a turistas, pero lo harán de forma irregular».
El presidente de Aptur calcula que cerca de un 15 por ciento de los propietarios que actualmente operan bajo el esquema vacacional abandonarán este barco y apunta que esa migración tampoco les garantiza que vayan a poder explotar sus viviendas, «porque no hay dinero, ni gente y eso afecta a cualquier alquiler».
Fuente: Información.es