Barcelona lidera una iniciativa que busca que las compañías pidan permiso antes de operar en una urbe.
Uber y Airbnb son unas plataformas que necesitan atención seria y urgente. La reciente aparición de ciertas prácticas desleales entre sus conductores se une a una larga lista de irregularidades. Mismas que son comunes en otras plataformas similares; y parece que han detonado un hecho sin precedentes.
Según reporta el diario El País, un total de 42 ciudades del mundo (y contando), han formado una alianza. Para exigir la regulación y mejora de plataformas como Uber, Airbnb y Riders.
Dentro del marco de la Smart City Expo, representantes de Barcelona, Buenos Aires, Nueva York, Reikiavik, Sao Paulo, Toronto, San Francisco, Ámsterdam, París y Seúl entre otros; se han reunido par escribir una declaración que buscará regular en común estos servicios.
El objetivo es alzar la voz de las ciudades para aprovechar las oportunidades de innovación que representan las plataformas y la revolución tecnológica, pero también regular y fijar reglas del juego claras cuando su actividad pueda tener un impacto negativo.
Son las palabras de Gerardo Pisarello, vicealcalde y representante por la ciudad de Barcelona. El documento compuesto por 10 puntos plantea situaciones básicas.
Como el simple hecho de que estas plataformas reporten con los gobiernos locales el inicio de sus operaciones. Además de que establezcan garantías y prácticas transparentes sobre el uso de la información de sus usuarios.
Desde el grupo de investigación sobre economía colaborativa Dimmons de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), su directora, Mayo Fuster, explica gráficamente que el asociar la regulación de estas plataformas con una oposición al modelo «es falso». «Es como decir que los semáforos van contra el coche, el rol de las ciudades es asegurar el interés general y los derechos de sus ciudadanos y los trabajadores».
El movimiento representa un antecedente importante. Que tal vez produzca mejores regulaciones.
Fuente: ElPais